Dios es grande y poderoso. Él es tan poderoso que hasta puede resucitar al muerto. En esta revista, contaremos la historia del amigo de Jesús, Lázaro, y de otro hombre llamado Jairo. La hija de Jairo se enfermó y murió, pero no se preocupen, pues ¡Jesús llegó! Seguramente ya saben lo que ocurrió después.
Aunque Jesús era Dios, vivía en carne humana; era ambos Dios y humano.
En los días de Jesús, había un fiel principal de la sinagoga llamado Jairo...
En marzo de 1956, el Hermano Branham hizo un viaje muy importante al país de México. El Señor le había dicho: “Regresa a México; Yo estaré contigo”.