El bebé mexicano

¡Este video trata de la maravillosa historia de la resurrección de un bebé!

El bebé que resucitó

En marzo de 1956, el Hermano Branham hizo un viaje muy importante al país de México. El Señor le había dicho: “Regresa a México; Yo estaré contigo”.

Durante el viaje, Dios obró muchos milagros para la gente pobre y humilde de México. Los ciegos recibieron la vista, los cojos caminaron de nuevo, los muertos resucitaron y se ganaron miles de almas para el Reino de Dios.

Una cierta noche, durante la reunión de Ciudad de México, hacía calor y llovía. La gente había permanecido bajo el sol caliente desde las nueve en punto de la mañana, esperando escuchar al Hermano Branham predicar a las nueve en punto de esa noche. Cuando comenzó el servicio de la noche y era hora de la línea de oración, estaba lloviendo a cantaros. Ya se habían repartido todas las tarjetas de oración; pero había una madre joven en desesperación porque no recibió una. Su bebé había muerto esa mañana y ella cargaba al niño muerto en sus brazos, envuelto en una manta mojada. La mujercita, con lágrimas corriendo por las mejillas, gritaba frenéticamente a lo más alto de su voz, tratando de llamar al Hermano Branham. Ella se subía por la espalda de los diáconos y se les pasaba por debajo y por los lados; hacía todo lo posible para alcanzar al profeta de Dios. Ella tenía fe y creía que si tan sólo lograba llegar a él, su bebé viviría.

El Hermano Billy se acercó al Hermano Branham y dijo: “Papá, tendrás que hacer algo. Esa mujer no recibió una tarjeta de oración. Y les ordené a todos los ujieres que no dejaran pasar a la línea de oración a nadie que no tuviera una tarjeta de oración”. Y dijo: “Allá abajo está; ella le ha podido a todo ujier allá”.

El Hermano Branham le dijo al Hermano Moore que bajara a orar por el bebé y que quizás eso la tranquilizaría. Pero en cuanto el Hermano Moore se alejó y el Hermano Branham se volvió hacia la audiencia, él vio a un bebé hispano sentado, balbuceando.

El Hermano Branham llamó al Hermano Moore e hizo que la mujer subiera a la plataforma. Ella no entendió lo que él decía; pero él puso la mano sobre el bebé y dijo: “Dios, Tú me mostraste una visión de este bebé mexicano. El amor de esa madre Te ha conmovido de alguna forma”. ¡En ese momento, el bebé gritó fuertemente y empezó a llorar con todo lo que daba su voz! Al ver al bebé, veinte mil personas aceptaron a Cristo. Ese bebé fue restaurado a vida por Jehová Dios, Quien sintió el amor de esa madre, que luchaba por su bebé.

Si Dios puede resucitar a un bebé después de estar muerto todo un día, Él puede hacer LO QUE SEA en tu vida si solo tienes fe y Le crees.

    
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