Ahora, demos una mirada al corazón humano, si tiene puertas en la puerta. Bueno, las personas dicen: “Jesús, entra a mi corazón, porque no quiero terminar en tormento cuando muera. Yo quiero aceptarte como mi Salvador, pero no quiero que seas mi Señor”.
Ahora, hay mucha diferencia. Él puede ser su Salvador y aún no ser su Señor. Cuando Él es Señor, Él es Señor sobre todo. Él es Señor de todo su ser, es bien recibido en cualquier lugar de su corazón.